El 2024 será el año de la recuperación definitiva del turismo en el mundo. Los expertos calculan que más de 1.500 millones de turistas darán vuelta el mundo visitando los distintos destinos, mientras Bolivia espera a al menos 1,5 millones de viajeros.
La Organización de las Naciones Unidas para el Turismo (ONU Turismo), antes del 24 de enero de 2024 conocida como la Organización Mundial del Turismo (OMT), presentó cifras y proyecciones positivas para este sector, y calcula que este año se recuperará y hasta se superará los registros de la prepandemia del COVID-19.
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TURISTAS
El turismo mundial cerró 2023 con 1.300 millones de viajeros, el 88% de los niveles prepandemia, pero para 2024 se espera algo más de 1.500 millones de turistas, lo que significaría, de una vez, dejar atrás los efectos de la pandemia, según el primer barómetro del año de lo que fue la OMT.
“El turismo mundial recuperará este año su nivel prepandemia del COVID-19, luego de un buen 2023 para el sector en prácticamente todas las regiones, incluido el continente americano”, señaló esta organización, hoy ONU Turismo.
La recuperación del sector está dentro de los parámetros esperados, el 2023 fueron 1.300 millones de turistas los que viajaron, frente a 900 millones en 2022 y 450 millones en 2021, un año después de la pandemia, señalan datos de lo que hoy es ONU Turismo. En 2019, antes de la pandemia, viajaron por el mundo 1.460 millones de turistas, lo que fue un récord histórico del turismo mundial.
DATO
La recuperación del año pasado, según esta organización, se dio gracias a un fuerte impulso en Oriente Medio, donde la llegada de turistas superó su nivel de 2019 en un 22%, pero también tuvo un fuerte apoyo de América, donde alcanzó un 90% del nivel de 2019.
Aunque aún no hay cifras específicas, se considera que las subregiones, como América Central y el Caribe también sobrepasaron en 2023 los niveles previos a la emergencia sanitaria. América Latina estaría en ese camino.
En Europa, el principal destino turístico del mundo, la actividad alcanzó el 94% de su nivel prepandemia. “Los últimos datos de la OMT ponen de relieve la resiliencia y la rápida recuperación del turismo”, dijo en un comunicado oficial el secretario general (a principios de año) mientras aún era OMT, Zurab Pololikashvili.
“Esta recuperación ya está teniendo un fuerte impacto en las economías, los empleos, el crecimiento. Así como las oportunidades para las comunidades en todo el mundo”, añadió.
BOLIVIA
Con relación a Bolivia y el turismo interno, el viceministro de Turismo, Hiver Flores, informó que mientras en 2022 viajaron por el país 2,7 millones de turistas nacionales, el año pasado, esa cifra subió a 3,1 millones.
Sobre el turismo receptivo, es decir los visitantes que llegan de otros países, informó que en 2022 se registró el ingreso de cerca a 725.000 turistas extranjeros, mientras que en 2023 la cantidad de visitantes estuvo cerca del millón, con más de 998.000 turistas de otros países. Este movimiento representó un monto económico de $us 716 millones, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo. Sin embargo, esta cifra aún está lejos de 2019, cuando el número de visitantes pasó de 1,5 millones.
Para este 2024, Bolivia espera hasta 1,5 millones de visitantes extranjeros, con este fin organizó una gran campaña mundial con la promoción de al menos 200 atractivos turísticos en todo el país, con sus principales íconos por delante, como el Salar de Uyuni, en Potosí, y la Isla del Sol en el lago Titicaca, entre otros. Así podría alcanzar los niveles prepandemia.
POTENCIAL
Son varios los estudios que proponen al turismo como uno de los nuevos pilares de la economía en el mundo, pero sobre todo en América Latina. Los expertos consideran que en muchos países este sector puede incluso sustituir a sus principales fuentes de ingresos.
Por ejemplo, en Bolivia, el turismo podría generar ingresos superiores a los que dejó en gas natural en sus mejores momentos, es decir más de $us 6.000 millones por año. El turismo tiene un gran potencial en América Latina y puede convertirse en su nuevo petróleo, es decir, en el nuevo motor de su economía, dijo a Bloomberg Línea, Natalia Bayona, actual directora de ONU Turismo.
Otros países en Latinoamérica, como Colombia, creen posible que el turismo se convierta en una fuente de divisas tan importante como el petróleo, pero es “una visión de mediano plazo”, añadió.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “entre 2017 y 2021, el turismo representó un promedio de 16% tanto del producto económico como del empleo en México, y cerca del 10% tanto del PIB como del empleo total en Uruguay, Argentina y Chile”.
En términos agregados, casi 28 millones de ciudadanos de América Latina y el Caribe dependían del sector del turismo para una parte de sus ingresos y sustento en 2018, añade el reporte de BID.
Por otro lado, según cifras de Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2023 de la CEPAL, los ingresos fiscales relacionados con hidrocarburos en los principales productores de petróleo aumentaron de un promedio del 2,1% del PIB en 2020 a 2,6% del PIB en 2021. Para el 2022, proyectaban que representarían el 4,2% del PIB en 2022.
PIB
Es decir, ya hay países en los que el turismo comienza a pesar más que otros sectores tanto en el empleo como en Producto Interno Bruto, y hay avances interesantes que se pueden imitar.
“El cambio no va a pasar en dos años o en cuatro, para hacer esas transiciones se demora mínimo 15 años y son transiciones que ya otros países han hecho. Es el caso de Francia o de España, que es un país de servicios. El 12% del PIB español es gracias al turismo”, dijo Bayona a Bloomberg Línea.
Señaló que para que los países latinoamericanos completen esa transición de manera efectiva se requiere una política de Estado clara. “Esto tiene que ser una política de largo alcance porque efectivamente las transiciones no son fáciles y además no son inmediatas”, añadió.
La llegada de viajeros internacionales avanza con paso firme en la mayoría de países de América Latina, y los organismos apuntan a 2024 como el año de la recuperación total del turismo.
Sin embargo, también podría ser el año en que los países comiencen a analizar y a tomar al turismo como la gran opción de crecimiento y desarrollo, de generación de divisas, en base a planes y estrategias que incluyan la coordinación de todos los estamentos del Estado y el sector privado.