El Servicio Departamental de Salud (Sedes) alertó ayer sobre el creciente número de mordeduras de perros en la región: hasta 300 incidentes reportados cada semana. Esto representa un riesgo de exposición al virus de la rabia, una enfermedad que afectó a 48 canes en lo que va del año.
La responsable del Programa Rabia del Sedes, Ingrid Álvarez, instó a los propietarios a no permitir que sus perros vaguen libremente por la calle y asegurarse de que estén vacunados para evitar casos de rabia humana.
El Sedes continúa la campaña masiva de vacunación antirrábica y pretende llegar al 85 por ciento de cobertura. Las dosis están disponibles en todos los centros de salud.