El tanque para recibir agua potable de Misicuni en Molle Molle, zona de El Paso al norte de Quillacollo, estaba vacío ayer a las ocho de la mañana. Cinco minutos después, el líquido comenzó a ingresar para almacenarse ahí. Las autoridades y vecinos lamentaron que esta agua no pueda llegar a los domicilios porque aún no existen redes.
Los vecinos expusieron la intención de invertir recursos propios para lograr las redes para el agua. Están organizados en una organización.
Además de Quillacollo, Tiquipaya y Colcapirhua también tienen agua en tanques, pero no existen tuberías hasta las casas. Mientras, Sacaba, que si tiene redes listas, aguarda la llegada del agua de Misicuni para los primeros días de diciembre.
Este miércoles, hubo una inspección a la llegada de agua potable al norte de Quillacollo. Asistieron los ejecutivos de la Empresa Misicuni, un concejal que vive en la zona y los habitantes del sector. Al escuchar el eco el ingreso del líquido, se acercaron a las puertas abiertas por encima para observar.
– “Tiene fuerte caudal, ¿no?”, comentó una de las vecinas.
– “Se ve hondo”, dijo otro.
Mientras, el presidente de la Empresa Misicuni, Oscar Zelada, les explicó: “Estamos bombeando un promedio de 40 a 50 litros por segundo. Pero, podemos lanzar 100 litros por segundo, sin problema”.
Sin embargo, advirtió que el envío depende también de las tuberías.
Les enseñó un mapa para explicar la ubicación de los cinco tanques que hay en Quillacollo y sus áreas de influencia. Molle Molle es uno de los más grandes, con capacidad para más de 1.200 metros cúbicos de agua.
DIRECTO A VECINOS
El vecino Kramer Berbetty expresó que prefieren no acceder a las conexiones a través de la Entidad Prestadora de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (EPSA) municipal, porque desconfían de los costos por metro cúbico. Optan por el acceso mediante su asociación de usuarios de agua, que tiene 1.500 socios, además de 500 carpetas en espera.
“No queremos involucrarnos mucho con el municipio. Lo que queremos es hacer nuestra propia administración y no afectar los bolsillos de nuestros socios (…). Hemos tomado la determinación de incluso poner nuestros propios recursos”.
En la actualidad, su fuente de agua son cuatro pozos; pero, no son garantía de un servicio continuo.
Sobre el tema, Zelada resaltó la importancia de que Quillacollo pueda trabajar en sus redes internas para disponer del líquido.
“Se ha hecho una propuesta de redes internas para llegar a los diferentes tanques, cooperativas, comités que existe en esta zona. Para poder hacer estas redes, estamos hablando de 6 millones de bolivianos, y se podría atender a más de 36 mil habitantes en esta primera fase”.
Por el monto de inversiones, es necesaria la coordinación con instancias públicas.
El concejal quillacolleño Roberto Castro, quien es vecino del Distrito 8, El Paso, explicó la dificultad para invertir en las redes para que el agua llegue a los hogares del norte de Quillacollo.
“En las comunidades aledañas no administra el Gobierno municipal. Son EPSA independientes, tienen incluso licencias de funcionamiento; son cooperativas, comités de agua potable y otras, asociaciones. Entonces, no se puede invertir como Gobierno municipal, porque son como privados. Sin embargo, viendo sus OTB, se debe coordinar”.
Según el concejal, la Alcaldía administra el servicio de agua solo para un 20% de su municipio. En el resto cuentan con pozos propios a cargo de comités, cooperativas y asociaciones.
“La red de Quillacollo no abastece como Gobierno municipal, peor si no tenemos y no funciona el Plan Maestro”.
Castro recordó el conflicto respecto al Plan Maestro de las redes de agua en su municipio. Hay tres exalcaldes con sentencia y un proceso ampliado a empresas supervisores, técnicos, fiscales de obras, entre otros.
Se realiza un estudio en el que corren cinco meses más para conocer las acometidas, las características de las tuberías.
