Como mencionó el presidente Luis Ace, el Gobierno nacional está atento a las medidas económicas que adoptó Argentina y trabaja para evitar que estas ocasionen afectaciones importantes a Bolivia, confirmó este sábado el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.
En Argentina, el gobierno del nuevo presidente Javier Milei aplica medidas para hacerle frente a la crisis económica que atraviesa ese país, entre ellas una fuerte devaluación del peso y recortes en subsidios al transporte y la energía.
“Se habla de algunas medidas que podrían poner en dificultades a Bolivia, de momento lo que estamos viendo nosotros (es) en frontera”, señaló el viceministro Blanco, en una conferencia de prensa.
Indicó que, según los reportes de los cónsules, que están en plena frontera, es que hay un incremento en los precios de algunos productos argentinos, debido al aumento del costo del combustible en el país vecino y las especulaciones. Respecto a la harina, que es uno de los productos que importa Bolivia de Argentina, señaló que “existe una pequeña elevación de precios” en su comercialización en el mercado vecino; sin embargo, garantizó el precio el pan.
“El Gobierno nacional garantiza el precio de algunos productos, como ustedes saben, el precio del pan se ha mantenido estable”, dijo.
Agregó que el incremento en la harina se evidencia especialmente en sectores ligados al contrabando, a través de “los distribuidores mayoristas que venden en frontera y que entran por vías no autorizadas”.
ALERTA
Ante esta situación, los panificadores de Cochabamba esperan una reunión con el Gobierno nacional para que continúe la subvención de insumos, con el objetivo de que el precio del pan no sufra un incremento.
“El sector panificador del departamento de Cochabamba en este momento se encuentra bastante preocupado por el alza del precio de la harina en el mercado externo”, manifestó Héctor Dueñas, ejecutivo de la Federación de Panificadores de Cochabamba, citado por la red Unitel.
No descartan dejar de elaborar pan de Bs 0,50, debido a que prevén pérdidas económicas importantes por el incremento del precio de la harina.
Se conoce que, en Bolivia, los panificadores suelen utilizar principalmente la harina argentina para sus productos o bien, la mezclan con la harina boliviana que adquieren con subvención.