Lo que alguna vez fue un basural en Sacaba, ayer se convirtió en un huerto escolar que beneficia a 700 niños de la unidad educativa Miriam Magda Terceros. Este proyecto representa un ejemplo de la capacidad de la comunidad para generar un cambio en su entorno, destacó la Fundación Abril.
Este huerto urbano es una iniciativa de la unidad educativa desde hace ocho años, pero estaban ubicados en zonas distantes de la escuela y con la pandemia se abandonaron. Después de tres años y las gestiones con la OTB San Pedro Magisterio, lograron convertir un basural, a pasos del río Rocha, en su nuevo huerto, contó la directora Carolina Gonzales.
Los 700 estudiantes tienen dos parcelas por curso. Dado que el año escolar está llegando a su fin, plantaron cultivos de crecimiento rápido, como lechuga y cebollines. En vacaciones, prevén sembrar cebada y trigo.
Óscar Olivera, de la Fundación Abril, subrayó la importancia de incorporar el huerto en el plan de estudios, permitiendo a los niños aprender a vivir en armonía con la naturaleza y con una alimentación sana.
