Se trata de murales pintados hace un tiempo en la avenida Beijing, al oeste de la ciudad de Cochabamba. En medio del comercio informal que se instala algunas veces, en las noches, el arte y el color se iluminan y crean un paisaje urbano nocturno atractivo.
Al margen de la informalidad de quienes se asientan de forma irregular en las aceras de esta avenida, la iluminación artificial que instalan en las noches da pie a también iluminar los rostros pintados en las paredes.
En medio del bullicio de la avenida, quienes se detienen a ver las obras, deleitan su vista. Además, estos murales tienen un significado especial, ya que fueron creados para concienciar sobre el Alzheimer, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Cada mural representa una escena diferente, capturando la lucha y la esperanza de aquellos que padecen la enfermedad.
Durante el día, los murales ya son una atracción en sí mismos, pero en la noche parecen cobrar vida.
Los focos instalados para iluminar los negocios también se dirigen a las pinturas y realzan las expresiones de los personajes.
EN PRIMAVERA
El paisaje urbano de día también es especial y, en primavera, estos murales combinan con los árboles de jacarandá con flores moradas que se exponen, entre otras especies, en esta vía.
Además de su función estética, estos murales sirven como recordatorio de la importancia de la investigación y el apoyo en la lucha contra el Alzheimer. Los murales no solo son una manifestación artística, sino también una expresión de solidaridad y empatía. Sirven como un recordatorio constante de que, a pesar de la enfermedad, la belleza y la esperanza pueden prevalecer.
A medida que la noche cae y los murales se iluminan.
La avenida Beijing y sus murales demuestran que el arte puede ser una poderosa herramienta para transmitir mensajes y crear conciencia sobre problemas sociales.
