El líder de la oposición rusa Alexéi Navalni murió en prisión este viernes, según informó el servicio penitenciario del país, en el enésimo caso de un dirigente opositor ruso muerto en circunstancias extrañas.
Activistas de derechos humanos de inmediato acusaron al presidente ruso Vladimir Putin de estar involucrado en la muerte de Navalni, un periodista reconocido como el principal crítico del Gobierno en el país.
Navalni, de 47 años, estaba detenido en una cárcel en un remoto lugar ubicado al norte del círculo polar ártico, donde había sido enviado para cumplir una condena a 19 años bajo un “régimen especial”.
En un comunicado, el servicio penitenciario federal para la región donde Navalni estaba encarcelado dijo que el detenido se había “sentido mal después de dar un paseo y casi de inmediato perdió el conocimiento (…) Se llevaron a cabo todas las medidas de reanimación necesarias, pero no dieron resultados positivos”, dice el comunicado. “Los paramédicos confirmaron la muerte del convicto”. El Kremlin dijo que Putin había sido informado de su muerte pero no tenía más información.
Putin controla todos los poderes de Rusia y reformó la Constitución para poder mantenerse indefinidamente en el poder. Recientemente fue inhabilitado para candidatear Boris Nadezhdin, con lo que Putin será candidato único para las elecciones presidenciales del próximo mes. Decenas de periodistas, empresarios y políticos han muerto en Rusia en los últimos años ya sea envenenados, lanzados por ventanales de pisos altos o víctimas de disparos.
Las críticas de Navalni irritaron a Putin de manera creciente hasta que en 2020 fue envenenado por los servicios de inteligencia del régimen y fue evacuado a Alemania, donde los médicos le salvaron la vida. Se recuperó y regresó a Rusia pese a que tenía orden de detención; fue condenado ese año a su primera de varias penas de cárcel que sumarían en total más de 30 años tras las rejas.
El jueves pasado, cuando asistió a una audiencia de apelación, Navalni lucía saludable, dijo el diario inglés The Guardian. Hablando desde la prisión, Navalni se quejó de las multas económicas frecuentes que recibía mientras estaba en una celda de castigo y pidió al juez que le enviara algo de dinero “ya que el mío se está agotando gracias a sus decisiones”.
La causa de la muerte no ha sido establecida, dijo el servicio penitenciario. El año pasado, Navalni fue tratado en el hospital de la prisión después de quejarse de desnutrición y otros males debido al maltrato recibido, agregó The Guardian.
Leonid Solovyev, un abogado de Navalni, no confirmó de inmediato los informes de su muerte y explicó al periódico Novaya Gazeta que la familia le pidió no hacer mayores comentarios. “Alexei estaba con otro abogado el miércoles (…). Todo estaba normal entonces”, dijo.
Navalni estaba casado con Yulia y tenía dos hijos. El 14 de febrero, su abogado publicó un post de Navalni en Instagram, dedicado a su esposa, que decía: “Siento que estás cerca de mí cada segundo y te amo más y más”.
Como preso político, Navalni estaba seguro de que no sería liberado mientras Putin se mantuviera en el poder.
Antiguo político nacionalista, Navalni alentó las protestas de 2011-2012 en Rusia al luchar contra el fraude electoral y la corrupción gubernamental; investigó el círculo íntimo de Putin y dirigió documentales que obtuvieron cientos de millones de vistas.
Entre otros, descubrió un palacio construido en el Mar Negro para el uso personal de Putin, además de mansiones y yates utilizados por el expresidente Dimitri Medvedev.
En 2013 obtuvo el 27% de los votos en una contienda electoral por la alcaldía de Moscú en el que sus adherentes señalaron que su votación real fue mucho mayor.
