odo hace pensar que el alcalde Manfred Reyes Villa se propuso consolidar, en su gestión, la reposición del puente caído, ubicado en la avenida Independencia y 6 de agosto, obra que colapsó en la gestión del exedil Edwin Castellanos, hace ocho años.
Esto, debido a que, en próximos días, según corroboró la jefa del Área Penal de la Alcaldía de Cochabamba, Tatiana Nery, la primera autoridad municipal firmará un acuerdo con la Constructora Álvarez y el arquitecto supervisor de la obra, Nelson Vega, que dará lugar a la reposición material de la plataforma del puente caído.
JUSTICIA RESTAURATIVA
“Ya tenemos todo listo para la firma del acuerdo de justicia restaurativa, porque ese es el término exacto. El acuerdo de justicia restaurativa lo va a firmar nuestro Alcalde en días próximos porque ya se han pulido todas las condiciones y cláusulas que tiene que tener este acuerdo restaurativo de obra”, señaló Nery.
La responsable del Área Penal de la Alcaldía de Cochabamba detalló que Álvarez y Vega asumieron la responsabilidad de “construir nuevamente la plataforma” y no así entregar dinero para ello al municipio.
Ambos coimputados optaron por esta vía en apego a la “justicia restaurativa”, una figura legal que permite a los involucrados evadir la ruta penal y, en contraposición, subsanar errores y reparar daños.
Tras la firma, la constructora contará con un tiempo para proveerse de material. Posteriormente, construirá la plataforma, la cual se proyecta concluir en un plazo de 120 a 180 días, “como máximo”.
“Todo corre por cuenta de ambos imputados, en este caso, el dueño de la empresa Álvarez y el ingeniero Nelson Vega”, especificó Nery.
A la fecha, la defensa legal de Castellanos no solicitó someterse a la justicia restaurativa, por lo tanto, su juicio continuará en septiembre.
ANTECEDENTES
El 22 de octubre de 2015, la plataforma de este puente cedió cuando un bus de transporte interdepartamental hacía su paso sobre el mismo. La obra fue inaugurada el 19 de diciembre de 2014, cuando Edwin Castellanos ejercía como alcalde.
El proyecto vial demandó una inversión de casi 11.7 millones de bolivianos y fue adjudicado a la empresa Álvarez.