Tras una inspección a La Angostura, la Gobernación de Cochabamba informó ayer que la represa alcanzó un 25 por ciento de almacenamiento. Verificó el cumplimiento de la pausa ecológica dictada como medida precautoria por el Tribunal Agroambiental de Punata y señaló que un estudio de los regantes definirá las futuras acciones.
“Es preocupante la situación. Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) ha declarado alerta naranja y probablemente todavía tengamos algunas lluvias más porque realmente está bajo el nivel del agua”, declaró la secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, Dora Claros.
Según datos proporcionados por los técnicos, el nivel de la represa es de 3,65 metros, desde la base de la compuerta. “Se requieren informes para saber cuánto de agua se queda y cuánto se dispone para riego”, indicó el director de Recursos Hídricos y Riego, Ronald Equilea.
Recordó que, hace un año, la represa tenía 4,5 metros de agua almacenada. “Con esta agua de reserva se estaría reduciendo agua para riego”, añadió.
El gerente de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riegos No. 1 La Angostura, Manuel Rocha, indicó que esta semana se presentará un informe a la Gobernación sobre el caudal óptimo en La Angostura, mismo que contempla la planificación de distribución de agua. “Vamos a soltar de cuatro a cinco turnos, pero es claro que la laguna ya no es apta para lanchas a motor”, mencionó.
Las lanchas dejaron los motores y se adaptaron al remo y pedal en cumplimiento de la pausa ecológica dispuesta hace cinco meses y ratificada el 7 de abril por el tribunal. Esta medida respondió a la denuncia que presentaron los regantes, señalando a las actividades náuticas y muelles como la causa de la contaminación y muerte de peces en 2023.
El retorno de los motorizados depende del estudio técnico científico que presentarán los regantes para garantizar la vida y reproducción de la ictiofauna. “El detalle es que la laguna tiene que quedarse con su parte de agua porque se formó todo un ecosistema”, sostuvo el representante del sector turístico Pablo Monasterios.
En tanto, Arbieto y Tolata avanzan con una reglamentación para evitar la contaminación. La Gobernación coordina mesas de trabajo.