El Juzgado de Instrucción contra la Violencia hacia la Mujer Nº 1 de Coña Coña, en Cochabamba, determinó la detención domiciliaria para Marcos R., de 81 años, y Ramón A., de 83, acusados de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote fallecido Alfonso Pedrajas.
Junto a esa decisión, la autoridad jurisdiccional dispuso además del arraigo para ambos religiosos quienes, según los indicios, tuvieron conocimiento de los vejámenes que cometió el extinto jesuita en la década de los 70 y 80.
En la audiencia virtual, desarrollada en la Fiscalía de Coña Coña, asistieron de forma presencial representantes del Ministerio Público de Cochabamba, la Procuraduría General del Estado y víctimas con sus respectivos abogados.
“Se ha dado un paso muy importante para el pueblo boliviano porque las víctimas son de todo el país, han sido niñas y niños de 7, 8, 10 y 11 años en su momento”, afirmó el exnovicio Pedro Lima.
Los sacerdotes imputados fueron citados por Pedrajas en su diario como encubridores, junto a otros siete curas superiores de la Compañía de Jesús, de los abusos sexuales que cometió en vida.
A raíz de las denuncias en contra del fallecido sacerdote se activaron denuncias en La Paz y Cochabamba para identificar a las víctimas, entre 1972 —1987. //agc