El hospital del niño Manuel Asencio Villarroel conmemoró ayer 109 años en medio de desafíos, entre ellos, el no contar aún con infraestructura para atender a los más de 50 mil niños durante el año en los 32 servicios que brinda, además de consultas e internaciones.
“Es un hospital sin hospital, no tenemos infraestructura, estamos haciendo lo posible para ampliar nuestros servicios, esperamos contar con el apoyo de las autoridades a cargo para poder tener también la oportunidad de disponer de la obra inconclusa (dentro del complejo Viedma) para beneficiar a los niños”, sostuvo el director del hospital, Raúl Copana.
Esta necesidad representa una deuda histórica en el cuidado de la infancia, subrayó. Recientemente, el hospital informó que el 75 por ciento de sus camas estaban ocupadas en sus instalaciones compartidas con el Materno.
La obra abandonada que se pretendía convertir en el hospital del niño se encuentra en proceso de cierre administrativo, técnico y financiero por parte del municipio. Tanto la Alcaldía como la Gobernación trabajan en la resolución de este asunto, con el objetivo de proporcionar un espacio adecuado para la atención de los niños.
En el marco del aniversario, se llevó a cabo una feria. Copana destacó la importancia de la prevención, ya que las enfermedades infecciosas y los accidentes constituyen un desafío de salud pública. Los traumatismos craneoencefálicos, las fracturas óseas, las quemaduras y las mordeduras generan más de 300 hospitalizaciones al año.