Con grietas en las paredes y al borde del colapso, así se encuentra la unidad educativa Juancito Pinto de Sacaba a pocos días del inicio de clases, el 5 de febrero, según se constató ayer en una inspección.
La infraestructura comenzó a deteriorarse en 2019, a un año de su inauguración en 2018, y obligó a evacuar a 270 estudiantes. Ante los riesgos, los padres de familia solicitaron un estudio que estableció el cierre de ocho aulas debido a que no eran aptas para pasar clases porque se emplazaron en una zona inestable, según antecedentes del tema.
Tras una inspección, el presidente del Consejo Distrital de Juntas Escolares de Sacaba, David Ballón, lamentó ayer que ninguna autoridad municipal solucione el problema.
“Son dos años que los estudiantes han tenido que compartir aulas intercalando horarios y las autoridades no han tomado los recaudos. Se intentó maquillar con revoque las rajaduras. La obra se está inclinando”, comentó.
Entre tanto, algunos padres manifestaron que están preocupados porque las aulas a las que se trasladó a los escolares no abastecen y se corre el riesgo de perder ítems de profesores debido a que varios estudiantes fueron inscritos en otros establecimientos por la falta de aulas.
En un recorrido realizado por Los Tiempos, se constató que el estado de la infraestructura es deplorable por las grietas y el bloque fue cercado con calaminas para evitar que los estudiantes ingresen al área. El proyecto se ejecutó con una inversión de 2,6 millones bolivianos a través de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE).
Desde la Alcaldía de Sacaba se informó que, en próximos días, el alcalde Pedro Gutiérrez dará a conocer las acciones que se asumen sobre el tema.
Ballón cuestionó la demora en el mantenimiento de las escuelas y comentó que el avance es del 30 por ciento.
El jefe de Educación, Jimmy Postigo, informó que el avance es del 50 por ciento y se agilizan los procesos de contratación de empresas para intervenir los 122 establecimientos hasta fin de año según un cronograma.
Detalló que el presupuesto para mantenimiento es de 2 millones de bolivianos, de los que 1,5 millones se destinan a la contratación de empresas y 500 mil a la compra de material para la cuadrilla del municipio.