El drama de una mujer refugiándose sobre la caja de un aire acondicionado, en la pared de un edificio, es una de las imágenes más duras y desgarradoras de la violencia de género. El mes pasado, en un intento desesperado por salvar su vida, Kímberly escapó por la ventana de un segundo piso y se trepó por la pared hasta refugiarse en un artefacto. Escapaba de su expareja que la agredió brutalmente con un cuchillo, después de haber asesinado a su propia madre.
El hecho tuvo lugar en un alojamiento de la capital cruceña. La mujer recibió 12 puñaladas durante el ataque, pero logró salvar su vida gracias a su lucha de supervivencia y coraje. Inicialmente, los vecinos creyeron que se trataba de una persona que intentaba suicidarse, pero pronto descubrieron la terrible verdad: una víctima de violencia doméstica luchando por su vida.
Otras no logran salvarse. En las calles de una urbanización del municipio de Cotoca quedaron las huellas de los pies ensangrentados de Elsa Guarayari Teo, que la noche del jueves 5 de octubre perdió la vida en manos de su pareja, tras recibir 13 puñaladas. Las pisadas son pruebas de que ella intentó escapar, pero la furia del agresor terminó apagando su vida a los 38 años. La autopsia de ley determinó que falleció por un shock hipovolémico con laceración de la arteria aorta.
Su agresor la atacó en su domicilio, pero ella consiguió salir descalza y malherida hasta la casa de su vecina para pedir ayuda; sin embargo, el hombre la persiguió hasta quitarle la vida.
Otra de las víctimas es Joeli Lucía Cruz Salvatierra, de 27 años, que falleció por los golpes que recibió de su cónyuge. La joven murió por edema cerebral, hematoma subdural y trauma cráneo encefálico cerrado, producto de fuertes golpes.
Hay quienes rompieron el silencio y denunciaron, pero no lograron protección y terminaron muertas en manos de sus agresores. Marlene M. tenía 27 años. Ella era cantante de música tropical y presentadora de televisión en un medio local de Caranavi. La joven se había separado de su pareja por las constantes agresiones físicas a la que era sometida. Ella lo denunció, pero la justicia solo exigió que el agresor se aleje de la víctima. Hoy, él está con detención preventiva.
Según las investigaciones, en 2019, Marlene ya había denunciado a su concubino por violencia, pero no se hizo seguimiento al caso y, según la familia, seguía acosando a la víctima.
Otro caso registrado en Oruro es el de María E.R.C. Ella, que solo tenía 21 años, fue asesinada por su pareja a golpes y también lo había denunciado. El agresor solo tiene 18 años.
Detrás de cada una de estas historias hay vidas destruidas por culpa de la violencia. En total, 704 mujeres fueron asesinadas en los últimos siete años en el país. La violencia sigue siendo la mayor amenaza a la vida de las mujeres, que hoy al celebrar el Día de la Mujer Boliviana alzarán su voz para exigir justicia y sanciones para los agresores.
De acuerdo a los datos oficiales, cada año se registra en promedio un centenar de feminicidios en el país. En 2017 hubo 99; en 2018, 107; en 2019, 116; en 2020, 113; en 2021, 108; en 2022, 95; y en lo que va del año ya suman 66 muertes. Santa Cruz es el departamento que más hechos registra, con 18 de los 66 registrados en esta gestión en el país.
Organizaciones de mujeres señalan que la protección está escrita en la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia 348, pero esto todavía no ha calado en todos los hogares, donde hay muchas mujeres que son víctimas de agresión y tampoco se traduce en su salvación porque el cumplimiento es muy débil, especialmente cuando se trata de acatar las restricciones de acercamiento de su agresor. Muchas perdieron la vida, a pesar de tener órdenes de alejamiento.
Preocupación
La directora de la Casa de la Mujer, Paola García, lamentó que los casos de feminicidios suman y el común denominador cada vez es la crueldad a la que son sometidas las víctimas. “Necesitamos políticas integrales. Si bien se ha avanzado en la norma formal, escrita y en la protección de los derechos de las mujeres, aún estamos muy lejos de que se haga realidad. Es alto el grado de impunidad y lamentablemente la mayoría de las mujeres que terminaron sus vidas en un feminicidio ya tenían denuncias contra sus agresores, en muchos casos tenían más de dos”, protestó.
Pamela Flores, presidenta del Consejo Departamental de la Mujer, destacó que hay que trabajar para construir una sociedad en base al respeto, la tolerancia y la paz.
La directora departamental de Género, Paola Moreno, remarcó que la lucha contra la violencia es una tarea diaria, porque es una problemática latente.
Daniela Cáceres, directora nacional de la Fiscalía Especializada en Razón de Género y Juvenil, señala que para mejorar el acceso a la justicia de las víctimas es necesario trabajar de forma coordinada con todas las instituciones en la cadena de atención.
En sentido, resaltó que ya se cuenta con la ruta de actuación institucional, que “es un documento único e integrador de trabajo para la interpretación y aplicación en una sola línea de la Ley 348”.
Señala que es necesario que los servicios de asistencia estén al alcance de las víctimas, para una atención rápida y oportuna. Citó como ejemplo al municipio de Sacaba, en Cochabamba, que tiene un centro integral, es decir, en un mismo edificio está la Policía, los SLIM (Servicios Legales Integrales Municipales), Defensoría, Fiscalía, jueces, médicos forenses, una cámara Gesell y una psicóloga forense.
“Este es un modelo nacional de integralidad en estructura, pero eso quiere decir que también tiene que ser un modelo nacional integrador en la atención que brindemos a la población”, dijo durante la primera sesión ordinaria de la Mesa Municipal Interinstitucional de Lucha contra la Violencia de Género, en Cochabamba.
Círculo de la violencia
Las autoridades llaman a no callar el maltrato para proteger la vida de las mujeres. Las estadísticas reflejan el peligro en que se encuentran muchas víctimas.
En 2022 se registraron 36.470 denuncias de violencia familiar en el país, de las cuales 13.607 (37,31%) ocurrieron en Santa Cruz. Le siguen La Paz con 8.837 casos, Cochabamba con 5.554, Tarija con 2.823, Potosí con 2.026, Chuquisaca con 1.452, Oruro con 930, Beni con 912 y Pando con 329.