A tan solo dos días de celebrarse el Día del Niño en Bolivia, la situación en el Hospital de Niños Mario Ortiz llegó a un punto crítico. Debido a la falta de personal, especialmente de enfermeras y auxiliares, la dirección del hospital se ha visto obligada a cerrar 20 camas en distintas salas, una decisión que afecta directamente la capacidad de atención médica a menores en estado vulnerable.
La crisis se ve agravada por el brote de influenza que mantiene colapsado el servicio de emergencias, elevando el riesgo para cientos de niños que requieren atención inmediata.Desde el nosocomio se ha hecho un llamado urgente a las autoridades departamentales y nacionales, a quienes responsabilizan por la falta de respuesta y previsión ante una situación que se viene advirtiendo desde hace semanas. El personal teme que, si no se toman medidas inmediatas, se vean obligados a cerrar aún más servicios, con consecuencias devastadoras para la salud infantil en la región.