Bolívar se coronó campeón de la Copa División Profesional tras ganarle en la final de vuelta a Wilstermann (1-0), en la ida venció por 1-2 y celebró ante 40.000 hinchas en el estadio Hernando Siles.
La Academia mostró superioridad en todo el encuentro, aunque le faltó el último pase para tener más jugadas de gol sobre el arco de Arnaldo Giménez.
El elenco cochabambino apeló al orden defensivo y a la magia de Rodrigo Amaral junto con el desequilibrio de John Velásquez.
Bolívar no abrió la cancha este lunes como lo hizo el pasado sábado que tuvo a dos jugadores que marcaron diferencia: Patricio Rodríguez y Luis Paz. Esta noche apeló más al juego centralizado al mando de Ramiro Vaca.
El centro de Vaca encontró el cabezazo de Bruno Sávio, el balón pasó cerca del palo derecho (5’PT). Dos minutos después, el turno fue para la visita con Velásquez que remató de media distancia y Carlos Lampe despejó al tiro de esquina.
La opción más clara lo tuvo Francisco da Costa, quien sin arquero y sin oposición definió desviado (35’PT).
El segundo tiempo, el trámite no cambió porque el local buscó la apertura del marcador y lo encontró sobre el final. El 1-0 llegó con un tiro de esquina y el cabezazo de Da Costa que dejó parado a Giménez (41’ST).
Antes que termine el partido se generó un bochornoso episodio porque los jugadores de ambos equipos se fueron a las manos. Todo inició con el balonazo de Rodrigo Amaral hacía la tribuna de Bolívar, lo que generó la reacción de Bryan Bentaberry, quien fue agredido por el Giménez.
El pitazo final del árbitro Ivo Méndez llegó y el cuadro celeste festejó un título más en su historia.