La Red Eclesial Pan Amazónica (Repam) exhortó a escuchar el clamor de los pueblos indígenas ante la crisis climática que se vive en los últimos años que afecta sus territorios y su forma de vida.
La Repam que se reunió en Florencia, Caquetá de Colombia desde el 8 al 10 de noviembre, alzó la voz por aquellas comunidades indígenas que se ven afectadas por el colapso sistémico en la Amazonía a raíz de actividades extractivistas, la deforestación y minería ilegal.
Alertó que la situación de la Amazonía se ha vuelto crítica en los últimos 10 años, llegando cerca de un punto de no retorno y expresaron su preocupación frente a la crisis climática, los incendios forestales, sequia, con niveles nunca registrados de ríos y lagos, aislando a numerosas comunidades y dejando a miles de personas sin acceso al agua potable y a servicios de salud, educación y alimentación.
“El extractivismo, la deforestación acelerada, concesiones, hidrovías, proyectos de hidroeléctricas y carreteras que se implementan sin una consulta previa, libre e informada a los pueblos. La ampliación de la frontera agrícola, los monocultivos y la agroindustria provocan una gigantesca pérdida de biodiversidad, impiden los modos de producción local, amenazando la soberanía alimentaria. El uso de agroquímicos y de mercurio contamina las fuentes de agua, el aire y el suelo, afectando el acceso a los bienes de la naturaleza y provocando graves enfermedades para la población”, se lee en una parte del pronunciamiento.
María Eugenia Carrizo, misionera y asesora de la Pastoral Juvenil Rural de San Ignacio de Moxos, relató que el encuentro que reunió a representantes de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú, Venezuela y aliados internacionales, se reflexionó sobre las crisis climáticas y otros temas.
“Se ha reflexionado en diferentes aspectos, sociales, económicos, naturales, diferentes aristas (…) Una de las cosas que más resonó es que la situación es más compleja que hace 10 años, los gritos de la tierra se han profundizado, hay más minería, más ríos contaminados, falta agua en muchas comunidades, los incendios han aumentado drásticamente. Pedimos que la voz de la gente, de las comunidades sean escuchadas”, afirmó a la ANF.
El narcotráfico fue otro de los temas que se discutió en el encuentro, también alertaron sobre los riesgos que sufren los defensores y defensoras de los derechos humanos y ambientales.
“La protección de estos líderes y lideresas debe ser prioritaria, incluso a partir de la implementación y la ratificación del acuerdo de Escazú. Nos preocupan también el aumento del feminicidio, la pérdida de perspectivas y los suicidios de los jóvenes”.
Frente a esta situación de emergencia, La Repam señala que es urgente “la implementación de un Plan de Acción Integral de protección y defensa de la Panamazonía y sus pueblos, con un compromiso serio de los poderes públicos y la sociedad civil para prevenir nuevas violencias, socorrer a las víctimas y revertir la situación”.
También las comunidades y pueblos amazónicos piden a la Iglesia una alianza en la firme defensa de sus territorios, para que se garanticen sus planes de vida frente a los proyectos de muerte.
