La relección por cuarto año consecutivo de Andrónico Rodríguez como presidente del Senado va cuesta arriba y aún no hay nada definido. Un día después de la reunión de la bancada del MAS, el ministro de Justicia, Iván Lima, restó valor a la conclusión del encuentro y los senadores arcistas anuncian su propia bancada y que darán batalla para tomar la directiva camaral. La pugna es por la tercera autoridad en la línea de sucesión presidencial.
Ayer, después de la reunión de la bancada renovadora del MAS con el presidente Luis Arce, el oficialismo desconoció la elección de Rodríguez, calificó la reunión de “trucha” y anunció que presentarán otra postulación.
Para el titular de Justicia, la decisión de una reunión de bancada no está por encima de las sesiones preparatorias legislativas, la instancia donde se define quiénes serán parte de las directivas camarales, Senado y Diputados, para la gestión 2023-2024.
“En ese momento, todavía no tenemos un presidente del Senado (para la próxima gestión). El presidente del Senado es elegido por el pleno de la Cámara de Senadores que puede tomar en consideración la propuesta de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), pero como dice el reglamento y la Constitución, serán los 36 senadores que con su voto definan quién va a ser el presidente de la Cámara de Senadores”, puntualizó Lima, que es parte del Órgano Ejecutivo.
La noche del miércoles, según los cálculos de los evistas en el Senado, lograron el compromiso de 25 votos para reelegir a Rodríguez como presidente del Senado por cuarta vez consecutiva, ante lo cual el parlamentario que también es dirigente de las Seis Federaciones de Trópico, se adelantó a agradecer la confianza y hacía promesas para su próxima gestión, la penúltima del periodo.
“Muchísimas gracias por ese respaldo unánime de los presentes y esperemos continuar siempre por el camino del diálogo, de la comprensión, de la tolerancia”, decía Rodríguez el miércoles.
Otra bancada
No obstante, ayer la bancada renovadora al salir de la reunión con el presidente Arce, en la Casa Grande del Pueblo, desahució esa decisión, desconoció los resultados de la reunión porque no están de acuerdo con la elección de Rodríguez y calificó como “trucha” la reunión donde se lo reeligió. Los legisladores aseguran que fueron “excluidos y discriminados” y que conformaron otra bancada dentro del MAS.
“Nosotros nos autoconvocamos, somos 20 senadores y hemos hecho otra bancada. En estos días nos vamos a reunir, tenemos una plancha que estamos organizando y el lunes vamos a dar una conferencia de prensa para mostrar a la población boliviana de que tenemos una plancha y directamente nos vamos a ir al pleno camaral que es el que decide y le estamos dando oportunidad a una mujer”, dijo la senadora María Roxana Nacif.
Protesta evista
En respuesta, las senadoras de la bancada ‘evista’, Lucy Escóbar y Elena Aguilar salieron en defensa de la elección previa de Rodríguez y aseguraron que fue democrática y que él es la mejor opción para el Senado por la “armonía” con que dirige las sesiones.
“Nosotros hemos elegido de manera democrática en una reunión de bancada que ha sido convocada como corresponde. Si ellos (los arcistas) no han venido (ido a la reunión) su problema”, remarcó Escóbar.
Mientras, Aguilar sostuvo que “se tejió” para que en la directiva estén representados varios departamentos y cuestionó: “¿Acaso nosotros como senadores no tenemos esa potestad de ejercer la democracia?”
Rol de la oposición
Desde la oposición, el senador Guillermo Seoane de Comunidad Ciudadana (CC) destacó el papel de la oposición en esta instancia camaral, dado que, desde la pugna interna en el MAS, la oposición es determinante para la aprobación de leyes. Afirmó que ahora hay más equilibrio de fuerzas entre evistas, arcistas y la oposición. Este caso no es la excepción, anticipó el senador.
“Pero nosotros no vamos a pactar con nadie si no hay un acuerdo político que dé por sentado un respeto a la institucionalidad y a las cuotas que nos corresponde en el Senado y además que esté ligado a una agenda parlamentaria que incluya voluntad de todos nosotros para aprobar leyes que beneficien al país”, explicó Seoane en un contacto con EL DEBER.
Desde la Cámara de Diputados, el reelecto jefe de bancada de CC, Enrique Urquidi, afirmó también que en Diputados “existe una nueva correlación de fuerzas producto de la fractura del MAS”, escenario que le da a la oposición “un rol más protagónico”, papel que le servirá para recuperar la institucionalidad.
“Hay que construir la mayoría parlamentaria en base a un criterio fundamental, más allá de los nombres y de los colores la nueva directiva debe liderar un proceso de reinstitucionalización, de respeto a la Cámara de Diputados”, dijo Urquidi a este medio.
La senadora de Creemos, Centa Rek, confirmó a EL DEBER que la reelección de Andrónico Rodríguez aún no es un acuerdo concreto justamente por la pugna que existe entre arcistas y evistas en el Senado.
“El tema es complicado, debería haber la posibilidad de que una mujer ocupe también este alto cargo en el Legislativo, pero el problema es la situación política en nuestro país que atraviesa por una profunda crisis”, dijo Rek.
Análisis
La elección del presidente o presidenta del Senado es de vital importancia para el futuro del presidente de Bolivia, Luis Arce, puesto que ese cargo, después del vicepresidente David Choquehuanca, es el tercero en la línea de sucesión presidencial. Por lo tanto, a Arce le interesa que el presidente de la Cámara Alta sea una persona “leal” a su gobierno, según el análisis de Carlos Cordero.
Es por eso que en la decisión de quién estará a cargo de la presidencia del Senado también participa el jefe de Estado y por su lado, el expresidente Evo Morales, mueve sus fichas.
“Están interviniendo en este proceso de negociación desde el Presidente del Estado hasta los líderes políticos como Evo Morales. Se está decidiendo la presidencia del Senado en el más alto nivel de negociación y todo esto porque la Cámara de Senadores pone al tercer hombre (o mujer) en la línea de sucesión presidencial”, describió Cordero
En ese marco, por encima de todo “hay que garantizar que en la línea de sucesión presidencial hay que garantizar una persona que tenga la confianza del señor Presidente y que no ponga en riesgo la continuidad del MAS en una situación de una eventual crisis”. Cordero puso como hipótesis una eventual crisis como la de 2019 cuando renunció Evo Morales. En el caso hipotético de que algo similar pase y Arce junto a Choquehuanca renuncien, la presidencia del país recaería en el presidente del Senado.
“En tercer lugar tiene que estar una persona que garantice que el poder no va a ir hacia la oposición. El tercer hombre no solo tiene que ser leal al partido de gobierno sino probado políticamente”, concluyó Cordero ante el complejo escenario legislativo.
