Mediante un comunicado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su condena a lo que denominó como “intento de golpe de Estado por parte del Ejército de Bolivia”.
El pronunciamiento se da en un contexto donde a nivel nacional e internacional existen versiones de que el movimiento militar del 26 de junio fue un “intento de golpe” o un “autogolpe”.
EL FIN, DERRIBAR AL GOBIERNO
Según la CIDH, “un sector del Ejército de Bolivia movilizó vehículos militares y ocupó espacios públicos en La Paz, específicamente, en la Plaza Murillo. Ello, con el fin de derribar al Gobierno democráticamente electo e instalar un nuevo gabinete. En este contexto, un tanque derribó la puerta del Palacio Quemado, sede del Órgano Ejecutivo”.
Resaltó el rechazo de la comunidad internacional a la insubordinación militar la reacción de actores gubernamentales y sociales que anunciaron movilizaciones en contra de la movilización militar.
En ese marco, el organismo llamó al “inmediato e irrestricto respeto de la institucionalidad democrática, al mantenimiento del orden constitucional y a la protección de los derechos humanos”.
“La Comisión Interamericana observa que las acciones provenientes de un sector de las Fuerzas Armadas atentaron contra los principios democráticos reconocidos constitucionalmente por el Estado Plurinacional de Bolivia”, agregó.