La falta de redes internas y de la realización de las últimas pruebas impiden la distribución de agua potable de la represa de Misicuni a cuatro de los cinco municipios del eje metropolitano, según el reporte más reciente del presidente de la empresa estatal, Oscar Zelada.
Sólo Cercado y Sacaba avanzaron en la instalación de redes para dotar de este recurso hídrico a la población. En tanto, Quillacollo, Colcapirhua y Tiquipaya todavía no pueden beneficiarse, a pesar de que el agua ya llegó a los tanques de almacenamiento, a través de las aducciones 1 y 2 que construyó la Empresa Misicuni con la Gobernación y el Ministerio de Medio Ambiente (Vea la infografía).
La dejadez de las alcaldías obligó a una parte de los vecinos a buscar alternativas para acceder a agua en Quillacollo y Tiquipaya, informó Zelada.
Explicó que Misicuni está en condiciones de entregar 1.722 litros de agua por segundo (l/s) con las dos aducciones concluidas, pero la demanda a la fecha no supera el 16 por ciento.
En el informe se detalla que, en el caso de la aducción 1, la oferta es de 945 l/seg, pero aún no hay demanda. En tanto, que el ducto 2 solamente emplea 102 l/seg de los 777 disponibles.
Zelada precisó que Cercado es el primer municipio beneficiado, aunque la cobertura en la zona sur no supera el 30 por ciento por la falta de redes. Sin embargo, destacó que la habilitación de las áreas de carga para las cisternas y la iniciativa de las cooperativas para invertir en tuberías de distribución tiende a mejorar la cobertura.
El presidente de la empresa reiteró que el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) sigue siendo el principal usuario de Misicuni y añadió que la dotación es de 674 l/seg.
Sacaba es otro municipio que cuenta con 68 kilómetros de redes tendidas para recibir agua potable, pero todavía no se conoce la fecha en la que se comenzará la dotación a los vecinos, según los informes.
Se estima que Sacaba invirtió 140 millones de bolivianos en sus redes y que la planificación para concretar el proyecto comenzó en 2012.
Zelada puntualizó que se dispone de 392 l/seg para distribuir a Sacaba y se prevé, la próxima semana, definir la cantidad que se requerirá, luego de las pruebas.
Sin redes
La situación es más complicada en el caso de Colcapirhua, debido a que ni la Alcaldía ni los usuarios de las cooperativas y sistemas tienen interés en hacer las redes, a pesar de que el agua de Misicuni se almacena en dos tanques desde enero de 2023.
“Hemos exhortado a las autoridades municipales a hacer las gestiones, aunque la zona norte se abastece por pozos, sabemos que al sur necesitan”, aseveró.
En una situación similar está Tiquipaya, aunque con mayores avances porque se trabaja un proyecto a diseño final y se habilitó infraestructura para llegar a 20 barrios del Distrito 5.
Mientras que en Quillacollo está previsto la construcción de un tramo de la aducción 3 por 19 millones de bolivianos y se cuenta con tanques para que 10 mil habitantes de la zona norte n accedan al servicio, se detalla en el informe.
De los 156 millones de metros cúbicos (m3) de agua almacenada en la represa de Misicuni, al menos 74 millones m3 están destinados para consumo, según el balance hídrico.
El presidente de Misicuni enfatizó que este año el nivel de la represa alcanzó un 87 por ciento, por lo que los componentes de agua para consumo, riego y generación de energía eléctrica están garantizados.
Subrayó que la intención es beneficiar a 1,5 millones de habitantes en los próximos cinco años, cifra meta que comprende a beneficiarios de los siete municipios de la región metropolitana, que abarca desde Sacaba hasta Sipe Sipe.
Respecto a Vinto y Sipe Sipe, se prevé que hasta 2030 pueda ejecutarse el ducto y las redes. En tanto, 3 mil hectáreas reciben riego de Misicuni en el valle bajo.