Desde 2022, cuando la pugna entre las dos alas del Movimiento Al Socialismo (MAS) empezó a hacerse cada vez más irreconciliable, el promedio de leyes que son sancionadas por la Asamblea Legislativa y luego promulgadas por el Órgano Ejecutivo ha empezado a caer. Las cifras actuales evidencian que uno de los Órganos del Estado está casi paralizado.
Según señalan los datos públicos de la Gaceta Oficial del Estado, entre enero y diciembre de 2022 se promulgaron 78 leyes, con un promedio mensual de 6,5 leyes por mes; en 2023 se promulgaron 53 leyes, con un promedio mensual de 4,4 leyes; en 2024, hasta el 25 de febrero, se aprobaron 3 leyes: dos en enero, una en febrero. Muy por debajo del promedio de los dos años anteriores, según informa Unitel.
El último de los conflictos en la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene que ver con las dos agendas que manejan el ala ‘arcista’ y el ‘evista’ respecto a la situación de los magistrados, y que tuvo su origen en la sentencia constitucional de finales de 2023 que inhabilitaría una nueva candidatura de Evo Morales. Los legisladores que responden al expresidente han iniciado una lucha para que se aprueben dos leyes que “manden a su casa” a los “autoprorrogados”.
La crisis económica se ha puesto también de por medio, ya que, en contraposición a los proyectos contra la autoprórroga, están los créditos internacionales gestionados por el Estado que requieren de aprobación legislativa para que se produzca el desembolso. El Gobierno acusa al ‘evismo’ y a la oposición de anteponer sus intereses a la aprobación de préstamos para proyectos de distinta índole.
La oposición que apoya al ala ‘evista’ en su pedido de poner fin al mandato de las autoridades judiciales, en otras ocasiones apoya al ala ‘arcista’ (como sucedió para la ley del Censo). Su voto se ha convertido casi decisivo para inclinar la balanza a favor de uno de los dos lados “azules”.
A nivel de autoridades legislativas, las dos alas del MAS mandan cada una en una Cámara. Mientras el ‘evismo’ preside el Senado a través de Andrónico Rodríguez; en Diputados, lo hace el ‘arcismo’ a través de Israel Huaytari. Cargos a los que ninguno de los dos hubiera llegado sin votos opositores.