Su trabajo comienza por las noches. Su función principal es brindar seguridad al campus central de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). Se trata de Simón, Balto y la Botas, los vigilantes de cuatro patas ancianos, sobre quienes su edad ya pasa factura.
Los guardianes caninos de 14, 12 y 11, respectivamente, al igual que otros perros de avanzada edad de la casa superior de estudios hoy necesitan la solidaridad de la población. Requieren medicamentos y suplementos para combatir este crudo invierno que se avecina a la Llajta.
Botas, Balto, Simón y su manada de guardias caninos de la UMSS pasan el día en una colonia canina, ubicada en el sector de las canchas de la casa superior de estudios. Tras ello y cuando cae la noche inician su noble labor: cuidar las instalaciones de la UMSS.
“Trabajan. Ellos son nuestros compañeros, resguardan la UMSS”, resaltó el jefe de Seguridad de la UMSS, Víctor Vega, quien indicó que cada integrante de la mañana cuenta con una ficha de registro, goza de atención veterinaria y es un miembro más de la casa superior de estudios.
CAMPAÑA
Gladys Candia, encargada de la guardia canina de la división de Seguridad y Vigilancia de la UMSS, informó a OPINIÓN que, con miras a mejorar las condiciones de los “guardianes viejitos”, emprendieron una campaña destinada a recolectar suplementos y medicamentos para Simón, Balto, Botas, en el campus central; y, Chavo, Ceniza, Tiguer, Negro y Balú, quienes se encuentran en las descentralizadas.
“Nos estamos preparando porque ya estamos mayores y nos duelen las articulaciones (…). Necesitamos vitaminas y suplementos para combatir el frío”, reza en los carteles de campaña, situados en las puertas de ingreso de la casa superior de estudios, en la calle Oquendo y Jordán.
Las donaciones ayudarán a los guardias caninos viejitos a caminar, mitigar sus dolores articulares y levantarse, sin inconvenientes.
REQUERIMIENTOS
Según receta veterinaria, los siete ancianos de cuatro patas requieren los siguientes suplementos: Complejo B, Geriox, un suplemento para perros mayores que ayuda a combatir problemas del corazón y articulares; además de Omega 3 y Sosten- G, otro medicamento que ayuda a combatir los problemas articulares de los canes.
Estiman que cada pastilla oscila entre 5 y 10 bolivianos; y, cada guardia canino de edad adulta requiere, al menos, un blíster para 10 días. “Son bastante caros”, señala la responsable de la guardia canina.
Con el ingreso de un frente frío a Cochabamba y el descenso progresivo de temperaturas, los perros guardianes se enfrentan a dolores articulares y musculares, propios del frío y su edad.
“Algunos, por la edad, están con espondilosis (degeneración de los huesos). Es una deformación de la columna, como de las personas mayores, cuando comienzan a doblarse por la edad, más que todo, de la parte de la columna”, explicó Candia.
LOS 7 VIGILANTES «VIEJITOS»
Las vigilantes que ahora requieren apoyo son siete, tres del campus central de la UMSS y cuatro de las unidades desconcentradas de la casa superior de estudios.
Se trata de Simón, un can de rubio pelaje que protege el campus central de la UMSS, desde que nació. El perro de imponente porte y dulce mirada nació y creció en la casa superior de estudios. Sobre el lomo de Simón pesan 14 años.
Chavo es otro de los canes ancianos de la manada. El perro, de 12 años, vive pasa sus días en el Laboratorio del Programa de Desarrollo de Tecnologías de Fábrica, una desconcentrada de la UMSS, ubicada en el kilómetro 11 a Quillacollo.
Entretanto, Ceniza, de 12 años, hizo de la Facultad de Agronomía, emplazada en el kilómetro 5 de la avenida Petrolera, su hogar.
Sobre las patas de Tiguer, otro guardia canino, también pesan 12 años. Este perro brinda sus servicios en la Facultad de Desarrollo Rural y Territorial, ubicada en el kilómetro 5.5 de la avenida Petrolera.
Por su parte, Negro, el más adulto, con 15 años de edad, se encuentra en el Laboratorio de Hidráulica de la UMSS, emplazado en el Kilómetro 4 de la avenida Petrolera.
Balto, de 12 años ,y la Botas, de 11, viven en el campus central de la UMSS.
LA MANADA
Los siete guardias caninos ancianos son parte de una manada de 30 perros, quienes conforman la “guardia canina” de la UMSS, perteneciente a la Unidad de Vigilancia de la casa superior de estudios.
“Han nacido y vivido en la UMSS, en el campus central. Otros se incorporaron de cachorros (…). Ya es una manada constituida y cuando quiere ingresar un nuevo integrante, ellos no lo permiten porque son bastante territoriales”, cuenta su cuidadora.
La manada canina cuenta con una colonia, ubicada en el sector de las canchas deportivas de campus central de la UMSS, una infraestructura donde descansan en el día, se protegen de las inclemencias del tiempo y se alimentan.
TRABAJO
A diferencia de lo que muchos creen, los guardias caninos no son considerados “mascotas” en la UMSS. Esto, debido a que cumplen un horario de trabajo. “En el día caminan con los estudiantes y en la noche ya adoptan una actitud de guardianes”, cuenta Candia, su responsable.
“Ellos no son mascotas de la U, son perros de trabajo, tienen horarios, retornan a su colonia entre las 6:00 y las 7:00. El primer grupo sale de 17:00 a 18:00; el segundo de 21:00 a 22:00”, detalló Candia, sobre sus horas de trabajo.
La UMSS reconoce la labor de los canes con la dotación de alimento balanceado y actualmente comida preparada a base de arrocillo y menudencias. “Por la edad, hay que cuidarlos”, señala su cuidadora.
DONACIONES
Las personas interesadas en donar, pueden dirigirse a las oficinas de vigilancia del campus central de la UMSS, ubicadas en puertas de ingreso de la casa superior de estudios, en la calle Oquendo y Jordán.
También podrán contactarse con Gladys Candia, al número de teléfono: 70773912.
