En medio de la fusión de tradiciones culturales y religiosas, la festividad de Todos Santos en Cochabamba ofrece una ventana única para valorar la riqueza cultural y espiritual de la región.
Esta celebración, que se realiza los días 1 y 2 de noviembre, es una oportunidad para que las familias se reúnan, honren a sus seres queridos fallecidos y compartan en un ambiente festivo.
Todos Santos se celebra en todo el departamento de Cochabamba, y cada provincia tiene sus propias tradiciones y costumbres. Se identificaron al menos 7 rutas que muestran la tradición y que son ideales para hacer turismo.
Según Uvaldo Romero, exdirector de Culturas del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, esta festividad resalta la riqueza cultural de la región y ofrece oportunidades turísticas únicas.
Cochabamba se divide en cinco macrorregiones: el valle alto, la región metropolitana, el cono sur, la región del trópico y la región andina, y cada una aporta su toque especial a la celebración.
En el cono sur, en municipios como Aiquile, Mizque, Totora, Omereque y Pasorapa, se llevan a cabo los famosos “mast’akus”. Las familias visitan los cementerios en comunidad, y una semana antes, preparan las mesas para recibir a las almas.
En el valle alto cochabambino, en lugares como Tarata, Arani y Santivañez, las familias se visitan mutuamente para cantar alabados en honor a los difuntos y compartir comida y bebida.
Tradición y turismo
Cercado es uno de los lugares que más se destaca en esta celebración, por ejemplo, en la zona norte existe el armado de las mesas para recitar a las almas muy al estilo del valle alto. En cambio, en la zona sud se destaca el armado de mesa en los cementerios, – algunos clandestinos- donde personas llegadas de la puna reinician su tradición de recibir a los difuntos.
En Aiquile se realizan misas y procesiones en honor a los santos difuntos, además esta festividad es acompañada de alabanzas, bailes y chicha. Para llegar se debe tomar un autobús de la parada de la av. República, el viaje dura 3 horas con 30 minutos aproximadamente y el pasaje cuesta 30 bs aproximadamente.
En Punata los habitantes visitan los cementerios y preparan platos tradicionales, juegan “la taba” que consiste en el lanzamiento de unos huesos a modo de dados. Está a 46 km de Cercado, la parada de buses se ubicada en la calle Guayaramerín, cerca de la parroquia San Carlos. El viaje dura 1 hora. El pasaje es de 5 bolivianos.
En Tarata se tiene la costumbre de “ver” a las almas en las plazas y en los campos corriendo. Las personas se disfrazan con sábanas y otras las persiguen para que se vayan. La parada de trufis a Tarata está en la Av. Barrientos y Magdalena. El precio del pasaje es 6 bs, el viaje dura 40 minutos.
En Arbieto las costumbres de la relación entre la vida y la muerte, buscan mantener la esencia de la bienvenida de las almas. El evento más conocido está en Tiataco, que logró fusionar por 24 años los ritos para celebrar la vida y honrar a la muerte con la jornada sociocultural de la wallunk’a nativa y el mast’aku, que se realiza desde 1997 en Todos Santos. La distancia es de 32 Km y el viaje es de 45 minutos. La Parada está cerca de la de Tarata y el costo del pasaje es 6 bs.
En Mizque la festividad de Todos Santos es una mezcla de tradiciones religiosas y culturales Resalta el tradicional plato de uchuku. El bus sale de la parada de la av. República y Barrientos, el viaje dura 3 horas y el pasaje cuesta 30 bs.
En Arani se realiza la “feria de las almas” donde se exhiben alimentos y bebidas en honor a los difuntos. Este municipio se encuentra a una hora y media de la ciudad de Cochabamba, la parada está en la República y 6 de agosto, el pasaje es 12 bs.
Economía
Esta celebración no solo es una oportunidad para la reflexión espiritual, sino también un impulso económico para la región. La promoción de estas tradiciones puede reactivar varios sectores económicos, como la fabricación de dulces, panaderías, flores, etc.
En un mundo globalizado, donde las influencias externas como Halloween son cada vez más notorias, se valora la oportunidad de fusionar tradiciones culturales y celebrar la diversidad. En palabras de Uvaldo Romero, “hay que ver al Halloween como una oportunidad y no como una amenaza”, ya que estas festividades internacionales también generan ganancias.}
Tradiciones de Todos Santos perduran
La antropóloga Esther Balboa explicó que, en esta festividad, se da la bienvenida a “los musuq aya”, es decir, a las almas recientes que han partido.
La creencia popular sostiene que estas almas no desean abandonar el mundo de los vivos y sienten profunda tristeza por dejar atrás a sus seres queridos.
Como resultado, las familias preparan mesas con platos tradicionales y comidas que solían gustar a los difuntos, como t’anta wawas, bizcochuelos, frutas, flores y velas.
La tradición de hacer masas como t’anta wawas y bizcochuelos proviene de la cultura aymara, quienes creían que el huevo era un símbolo de la llegada del difunto.
En un gesto de amor y dulzura, se evitan las comidas ácidas o amargas, ya que se cree que es importante recibir a las almas con un corazón dulce.
El 2 de noviembre, se realiza el “volcado de la mesa”, una ceremonia en la que se despide a las almas con oraciones y cánticos.
La comida que se ha ofrendado en la mesa se recoge y, a menudo, se comparte con aquellos que han orado por las almas recibidas.
La festividad de Todos Santos en Cochabamba sigue siendo una celebración llena de significado, arraigada en la cultura y en constante evolución para adaptarse a los tiempos modernos, manteniendo viva la conexión entre los vivos y los difuntos.